 |
| -Con todo esto te has de sentar, porque a quien se humilla Dios le ensalza. |
 |
| -Dichosa edad y siglos dichosos aquellos a quien los antiguos pusieron nombre de dorados, y no porque en ellos el oro, que en esta nuestra edad de hierro tanto se estima, se alcanzase en aquella venturosa sin fatiga alguna, sino porque entonces los que en ella vivían ignorababn estas dos palabras de tuyo y mío |
Me gustó mucho la representación tan pensada y soñada que haces de de estos personajes oníricos tan representativos de la sociedad.
ResponderEliminarUn abrazo muy fuerte. Sara Fernández Cao
Muchas gracias, Sara. Un abrazo,
EliminarGenial. Trini gracias. Muchas gracias por regalarnos tu creatividad.
ResponderEliminarMª Teresa Mora
Gracias a ti, Mª Teresa. Un beso, Trini
EliminarGracias por este nuevo envio; ha sido una ventana excelente para echar una mirada, desde la vulgaridad reinante, hacia lo bello; tanto en las pinturas como en las poesias incorporadas.
ResponderEliminarAbel
Me agrada mucho saber que contribuyo a la relectura del Quijote. Si se leen sus aventuras por separado, no cansan nunca y siempre se disfruta y aprende de ellas. Un abrazo, Trinidad.
EliminarGracias Trini, es muy original el tratamiento dado en el texto y las
ResponderEliminarilustraciones. Un abrazo. Evangelina.
Eva: Tu opinión como historiadora, es muy importante para mi y te lo agradezco mucho. Un cariñoso abrazo,
ResponderEliminarAgradezco la posibilidad de poder disfrutar de tu obra. Las ilustraciones abren una interpretación más del Quijote.
ResponderEliminarrecibe un abrazo grande.
Cesar Sobrón
Gracias, Cesar y te envío yo otro abrazo para toda la familia. Trinidad
ResponderEliminar